¡Oye, oye, han llegado las tarjetas!
Yo tengo suficiente. ¡Podemos empezar a jugar! Sí lo sé. Tenemos una cita al comienzo de la semana para que los ensamblen los profesionales. Pero esa no es razón para no probar uno o dos de inmediato. Así que como es fiesta, nos haremos con los medios a mano. Mamá no está aquí, eso es perfecto. Dirígete a la mesa de la cocina. Empezamos limpiando las tarjetas, inundándolas con un químico…